Si se perdieron el eclipse, descuiden, hemos grabado todas las fases. Así como leen, Exolimpo estuvo presente en el Eclipse Lunar del 2010, ¡el último de la década!. Fue un gran espectáculo cósmico el cual no se repetirá dentro de mucho tiempo (hasta el 2095).
Me dí a la noble tarea de filmar cada detalle, sin dejar pasar detalle alguno y soportando los embates del inclemente frío. Claro, el documental es medianamente serio con el toque característico que damos en Exolimpo.
¿Y por qué no se repetirá en tanto tiempo si se supone que los eclipses lunares son más frecuentes?, bueno, la respuesta varía de la ubicación en que estén; al menos aquí en Norteamérica no se verá un eclipse lunar total hasta dentro de un buen rato, además de la coincidencia del solsticio de invierno, es decir, cuando la Tierra se encuentra en el punto más alejado del Sol, haciendo que la noche sea de las más oscuras en las últimas décadas.
Esta es sólo una parte de varios videos, los cuales pueden verlos a continuación en mi perfil en Qik :) . Probablemente los entretenga más el monólogo que el eclipse mismo (debido a mi precario equipo de filmación).
Así se vio en su punto máximo:
Quizás se pregunten por qué la Luna, en vez de desaparecer totalmente, se tiñó de un color rojizo. La explicación no puede ser más sencilla. Resulta que la Tierra, ese planeta tan peculiar, cuenta con una capa la cual llamamos "atmósfera terrestre"; uno de los niveles, con nombre "Tropósfera", refracta la luz solar hacia la sombra causada por la Tierra hacia la Luna, nada más que en este caso, solamente las longitudes de onda del rojo y naranja, que vienen siendo las mismas que presenciamos en los amaneceres y atardeceres.
Prácticamente, los que tuvimos la dicha de ver el fenómeno astronómico, hemos presenciado con nuestros ojos los atardeceres y amaneceres de todo el mundo... al mismo tiempo. Completamente invaluable.
Así se vio en su punto máximo:
Quizás se pregunten por qué la Luna, en vez de desaparecer totalmente, se tiñó de un color rojizo. La explicación no puede ser más sencilla. Resulta que la Tierra, ese planeta tan peculiar, cuenta con una capa la cual llamamos "atmósfera terrestre"; uno de los niveles, con nombre "Tropósfera", refracta la luz solar hacia la sombra causada por la Tierra hacia la Luna, nada más que en este caso, solamente las longitudes de onda del rojo y naranja, que vienen siendo las mismas que presenciamos en los amaneceres y atardeceres.
Prácticamente, los que tuvimos la dicha de ver el fenómeno astronómico, hemos presenciado con nuestros ojos los atardeceres y amaneceres de todo el mundo... al mismo tiempo. Completamente invaluable.
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