Seguramente recordarán a Faith, protagonista principal –atractiva, debo decir- de Mirror’s Edge, uno de los títulos de EA que modificó la forma de manejar a un personaje. Y por otro lado está la joya más reciente de Ubisoft, Assassin’s Creed II y su estrella llamada Ezio.
Si bien, son muy parecidos al realizar casi las mismas acrobacias, existen diferencias muy sutiles que los hace tan opuestos.
Sí, lo puedo asegurar; aunque no he jugado Assassin’s Creed II, tuve el privilegio de terminar el primero de la saga y Mirror's Edge, y en definitiva es muchísimo más fácil escalar una pared con Altair (con Ezio también, y más fácil) que con Faith.
Lo se, para algunos esto es más entretenido que oprimir sólo dos botones y subir más ágilmente que un mono araña, pero también consideremos a lo que están orientados. Mientras que Mirror’s Edge se basa en la habilidad del jugador para realizar las acrobacias y realizar huidas, Assassin’s Creed II se centra más en el sentido de la investigación, el sigilo y la ejecución perfecta -.
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