Estoy a punto de caer rendida en el sofá donde estoy sentada. El clima tan caluroso aquí en Mérida está causando estragos en mi, y no sólo el clima sino también mi familia.
Ahora sólo tengo ganas de ir a dormir, de hecho no quería poner entradas pero todo sea por el bien del blog y, ¿por qué no? De ustedes.