Sí, por millonésima vez, porque me lo pidieron y para los que no lo tienen aún claro, lo diré: No me gusta Vocaloid.
Pero antes de que empiecen a caer piedras del cielo, les daré mis razones, aún más subjetivas quemis tarugadas anteriores las que di respecto a Lady Gaga. También aclaro que son completamente personales, que los miembros de este blog no necesariamente comparten y, sobre todo, que no es con la intención de ofender, molestar o cambiar los gustos e ideas de nadie. Si a alguien no le gusta o sólo quiere molestar les recuerdo que los teclados de por aquí están muy bien afilados que hay otros artículos aún más interesantes que leer.
Y, para los que insisten; definitivamente no voy a dejar de opinar respecto a lo que me molesta o no me gusta, así sea que me cae gordo mi vecino, dado que me han dado luz verde (y esta sección) para hacerlo.
Aclarado eso, mis razones:
La verdad es que Vocaloid nunca había llamado mi atención, de no ser por mi ya conocida fascinación hacia todo lo que tenga que ver con el Visual Kei y, desde luego, cuando se dio la noticia de que se haría una versión de este software basada en Gackt (en 2008) mi radar no lo pasó por alto por más tiempo.
Pese a que ya había visto la imagen de Hatsune Miku en todos lados, así como de otros personajes del software, realmente no me habrían interesado de no ser por ese suceso.
Claro, al principio una se emociona: ¡qué padre poder hacer que Gackt cante las canciones que yo compongo o las que me gustan! No obstante, mi interés se fue de mala manera al olvido al poco tiempo, debido a mis obligaciones y otras cosas que me condujeron a la completa ignorancia respecto al tema, por lo menos hasta que encontré Imitation Black.
Sí, mi devoción hacia el visual fue la que me llevó a investigar más al respecto. A pesar de los dibujos (que sí me gustan y no lo voy a negar), la verdad es que la canción fue una sincera decepción para mi gusto.
Obviando la molesta voz de ardilla de Len, esos tonos robotizados, poco humanos y nada parecidos a una voz humana real (Gakupo ni siquiera se escucha como el verdadero Gackt) fueron el primer indicio de que no habría futuro para mí y Vocaloid. Sencillamente era una relación que había terminado sin siquiera haber comenzado.
Quise omitir ese detalle de las voces robóticas. Después de todo ¡es Gackt!, pero buscando más canciones, investigando más, sinceramente mi persectiva no mejoró.
Ya lo dije, la voz de Gakupo no es ni remotamente parecida a la del artista en el que está inspirado. Se escucha plano, sin vida, y no sólo él, sino ¡todos los avatares de Vocaloid!
Como curiosidad o para perder el tiempo es divertido, sin duda, pero por ningún motivo cambiaría la pasión, el sentimiento y la posibilidad desecuestrar tener enfrente a mi artista favorito.
Pero vamos por partes. Como economista, por supuesto podemos hablar de que hay una eficiencia y que no tener que lidiar con una diva berrinchuda, que además de todo permanecerá siempre joven y talentosa es algo que ningún empresario despreciaría, sobre todo si se les puede pagar lo minimo a un par denerds técnicos que, puedo apostar, no reciben ni la décima parte de lo que un artista real recibiría por dar un concierto.
Pero, veamos, ¿de verdad las máquinas o, en este caso, un holograma podría reemplazar esto?
¡Adelante!, yo los reto a que miren tan sólo tres minutos de esa interpretación sin derramar una sola lágrima de cocodrilo. Ningún holograma o programa sintetizador de voz podría reemplazar toda esa emotividad y la angustia que Toshi y Yoshiki demuestran en ese video.
Aún sin ver el video, uno puede imaginar la expresión de Toshi, en cualquier momento, algo que no se puede hacer con Miku, pues no tiene emoción alguna.
Por mucho que un holograma intente imitar las lágrimas, por muy altos sean los tonos que alcance el programa o por muy melancólica que sea la canción que cualquier Vocaloid interprete, en ningún momento podrá comparársele a una interpretación en vivo de cualquier artista, mucho menos podría igualar algo tan espontáneo como lo es el llanto de Yoshiki en el video anterior, pues todo está programado, todo es "perfecto", pero frío y sin vida.
De hecho, esta clase de análisis vocales tiene diferentes usos y lo podemos comprobar, incluso, en la serie Lie to me (basada en una profesión real, por supuesto), donde se hacen este tipo de pruebas para resolver crímenes.
Volviendo al tema, tal vez sí podamos darle una expresión al personaje, pero éste realmente no sentirá nada, ni abrirá la boca lo suficiente o de la manera en que lo haría un artista que está sonriendo mientras canta porque está feliz de ver a su público o que quiere verter todas sus emociones en un disco.
Quizá sea yo muy injusta comparando a Miku con artistas mundiales de la talla de X-Japan, pero hasta con artistas pop y seiyuus la diferencia es evidente:
¿Ven cómo hay una gran diferencia en su modo de cantar cuando abre o cierra más la boca? Es obvio que es algo tan humano, que no puede ser imitado, además, el gusto de Megumi Hayashibara por ver un público que la admira y va a verla, es algo que ningún Vocaloid podrá imitar tampoco.
Eso ultimo me lleva a esta pregunta: ¿a qué va uno a un concierto? Por supuesto, lo que uno quiere es ver a su artista favorito cantar EN VIVO (si es que se puede decir ésto de un holograma), pero también, en mi caso personal, hay algo de morbo en querer saber si suenan igual en el disco que en vivo, cosa virtualmente imposible por lo que ya expuse anteriormente. Ello supone una dificultad: si es tan difícil que en vivo suenen igual que en disco, a menos que hagan playback, ¿cuál es el objeto de ir? Eso mismo; tener la experiencia de saber cómo se oyen en vivo, de darnos cuenta que son tan humanos como nosotros y que no son tan inalcanzables.
El saber que se les puede ir el aire, que se les puede olvidar la letra, que pueden desafinar, verlos llorar, sudar, hasta caerse del escenario y dar todo de sí, es una experiencia que, o bien puede ser decepcionante, o puede ser muy gratificante, pues uno sabe que no importa cuántos conciertos den, la interpretación siempre será diferente.
¿Se puede hacer esto con Vocaloid? Obviamente no.
Los únicos que podrían equivocarse son los músicos humanos tras ella, pero uno no va por ellos y, los que no tenemos la mínima educación en música ni nos vamos a dar cuenta si se equivocan o no. Pero Miku permanecerá igual todas las ocasiones. Hará lo mismo cada vez y seguirá siendo tan inalcanzable como cualquier otro ser bidimensional, a menos que de repente, en vez del holograma, aparezca la pantalla azul de la muerte.
No podrán esperarla en el hotel, fuera del foro donde dé su concierto o en el aeropuerto para pedirle un autógrafo, ni mucho menos les lanzará la toalla con la que se secó la frente.
¿Qué está la ilusión? Sí, lo está, pero no por ello va a ser humana. Claro, para la gran mayoría, Miku es tan inalcanzable como lo es Megan Fox (y sus oportunidades con cualquiera de ellas son las mismas), pero eso no quita que, quizá alguna vez puedan encontrarse con ésta última y pedirle su autógrafo, y que ésta, por muy mala que sea su actuación, no pase su tiempo aprendiéndose un libreto o repitiendo toma tras toma para que su actuación sea como el director quiere.
Aceptémoslo, si le pasa algo así a Miku, no es tan fácil de solucionar, ni tan glamoroso como Disney quiere que creamos.
Podrían decirme que los programadores de Miku están en el escenario y a ellos sí les aplaudiría por un trabajo tan impresionante, pero dudo que ellos pisen el escenario o que siquiera alguien piense en ellos, por el contrario, casi permanecen anónimos, detrás de bastidores y no creo que entre canción y canción aparezcan a agradecer, o que los asistentes al concierto les aplaudan si lo hicieran.
Haciendo un símil, sería como aplaudirle a los ignorados maquillistas, peinadores y vestuaristas tras el escenario. ¿A poco les aplauden a ellos?
¿Y los músicos de atrás? No importa lo que digan, estoy segura que no hay alma alguna que les haga caso cuando asiste a un concierto de Vocaloid. No digo que no sean importantes, sino que simplemente no son la "estrella" por la que pagaron el boleto.
Tal vez, mi opinión cambiaría si detrás de ese holograma Saki Fujita, seiyuu de Miku, cantara en vivo, tal como Gorilaz o Daft Punk han hecho, pero esto no es así. En realidad, Saki Fujita es tan invisible para algunos que la entrada de Wikipedia dedicada a ella sólo tiene un párrafo de texto y los personajes que ha realizado como actriz de voz (eso en inglés, en español no hay nada sobre ella y en japonés sí está su biografía), mientras que la de su contraparte animada se extiende a un par de cuartillas, cuando menos, además de estar traducida a varios idiomas más (incluyendo el castellano).
Claro, la voz chillona de la seiyuu es un asunto que no puede resolverse y seguiría siendo un obstáculo para que Miku me agradara, no obstante, la seiyuu se sigue escuchando mejor que la ardilla de cabello azul robotizada.
Sí, hago mucho incapié en ésto, pues es, sin temor a dudas, la principal razón por la que jamás pisaría un concierto de Hatsune Miku en mi vida, aún si dependiera de ello.
¿Por qué? Porque, como ya lo mencioné, un holograma, computadora o software, por muy "humano" que parezca, nunca podrá igualársele a un ser humano de verdad, a menos que lleguemos a extremos como en la ciencia ficción, pero ese asunto es para Isaac Asimov y semejantes, por lo que no volveré a tocar el tema de momento.
La verdad es que, para nuestra realidad actual, Miku es sólo un software, y aunque sólo sea una apreciación mía, no hay razón alguna para idolatrarla de dicha manera. Ya bastante degradada y en decadencia se encuentra la industria musical como para que, además de todo, comencemos a reemplazar a los verdaderos artistas con divas virtuales.
Aunque, en este mundo donde una talentosa chica debe ataviarse a sí misma con carne y usar autotune para comenzar a ganar dinero por su música, y donde las relaciones humanas se están disipando, a tal grado que algunos prefieren contraer matrimonio con una consola o una almohada con su personaje ficticio favorito, no me extraña que este sea el siguiente paso...
Pero, nuevamente, es sólo mi subjetividad galopando sin ninguna rienda, ¿o no?
Pero antes de que empiecen a caer piedras del cielo, les daré mis razones, aún más subjetivas que
Y, para los que insisten; definitivamente no voy a dejar de opinar respecto a lo que me molesta o no me gusta, así sea que me cae gordo mi vecino, dado que me han dado luz verde (y esta sección) para hacerlo.
Aclarado eso, mis razones:
A veces el concepto me resulta un tanto perturbador, la verdad. |
La verdad es que Vocaloid nunca había llamado mi atención, de no ser por mi ya conocida fascinación hacia todo lo que tenga que ver con el Visual Kei y, desde luego, cuando se dio la noticia de que se haría una versión de este software basada en Gackt (en 2008) mi radar no lo pasó por alto por más tiempo.
Pese a que ya había visto la imagen de Hatsune Miku en todos lados, así como de otros personajes del software, realmente no me habrían interesado de no ser por ese suceso.
Claro, al principio una se emociona: ¡qué padre poder hacer que Gackt cante las canciones que yo compongo o las que me gustan! No obstante, mi interés se fue de mala manera al olvido al poco tiempo, debido a mis obligaciones y otras cosas que me condujeron a la completa ignorancia respecto al tema, por lo menos hasta que encontré Imitation Black.
No todo es tan malo |
Obviando la molesta voz de ardilla de Len, esos tonos robotizados, poco humanos y nada parecidos a una voz humana real (Gakupo ni siquiera se escucha como el verdadero Gackt) fueron el primer indicio de que no habría futuro para mí y Vocaloid. Sencillamente era una relación que había terminado sin siquiera haber comenzado.
Quise omitir ese detalle de las voces robóticas. Después de todo ¡es Gackt!, pero buscando más canciones, investigando más, sinceramente mi persectiva no mejoró.
Ya lo dije, la voz de Gakupo no es ni remotamente parecida a la del artista en el que está inspirado. Se escucha plano, sin vida, y no sólo él, sino ¡todos los avatares de Vocaloid!
El factor humano
Ya ven, sí soy muy, pero MUY exigente cuando de música se trata y realmente me resulta demasiado difícil, por no decir que es inaceptable para mí la idea de reemplazar a un artista humano por un programa sintetizador de voz.Como curiosidad o para perder el tiempo es divertido, sin duda, pero por ningún motivo cambiaría la pasión, el sentimiento y la posibilidad de
Pero vamos por partes. Como economista, por supuesto podemos hablar de que hay una eficiencia y que no tener que lidiar con una diva berrinchuda, que además de todo permanecerá siempre joven y talentosa es algo que ningún empresario despreciaría, sobre todo si se les puede pagar lo minimo a un par de
Pero, veamos, ¿de verdad las máquinas o, en este caso, un holograma podría reemplazar esto?
X-Japan - Forever Love (last live)
¡Adelante!, yo los reto a que miren tan sólo tres minutos de esa interpretación sin derramar una sola lágrima de cocodrilo. Ningún holograma o programa sintetizador de voz podría reemplazar toda esa emotividad y la angustia que Toshi y Yoshiki demuestran en ese video.
Aún sin ver el video, uno puede imaginar la expresión de Toshi, en cualquier momento, algo que no se puede hacer con Miku, pues no tiene emoción alguna.
Por mucho que un holograma intente imitar las lágrimas, por muy altos sean los tonos que alcance el programa o por muy melancólica que sea la canción que cualquier Vocaloid interprete, en ningún momento podrá comparársele a una interpretación en vivo de cualquier artista, mucho menos podría igualar algo tan espontáneo como lo es el llanto de Yoshiki en el video anterior, pues todo está programado, todo es "perfecto", pero frío y sin vida.
Más que una sonrisa
No es cosa de mi carencia de imaginación (que tengo bastante, por si a alguien le cabe duda), sino que es un hecho que la simple física puede explicar fácilmente, pero hagamos el experimento; cierren los ojos y traten de imaginar la expresión de Miku y Luka con el video de abajo. Claro, podrían decir que ustedes lo imaginan claramente y blah, blah, blah, pero la verdad es que, no nada más es cosa de imaginación, sino que, dependiendo de la amplitud y la manera en que uno abra la boca para hablar (o cantar, en este caso), el sonido va a variar, dándonos una idea de cuál es la expresión del artista en el momento de la interpretación, ya sea una sonrisa, un puchero, o el propio llanto. Física pura.De hecho, esta clase de análisis vocales tiene diferentes usos y lo podemos comprobar, incluso, en la serie Lie to me (basada en una profesión real, por supuesto), donde se hacen este tipo de pruebas para resolver crímenes.
Hatsune Miku & Megurine Luka - Magnet (live)
Volviendo al tema, tal vez sí podamos darle una expresión al personaje, pero éste realmente no sentirá nada, ni abrirá la boca lo suficiente o de la manera en que lo haría un artista que está sonriendo mientras canta porque está feliz de ver a su público o que quiere verter todas sus emociones en un disco.
Quizá sea yo muy injusta comparando a Miku con artistas mundiales de la talla de X-Japan, pero hasta con artistas pop y seiyuus la diferencia es evidente:
Megumi Hayashibara - Brave heart
¿Ven cómo hay una gran diferencia en su modo de cantar cuando abre o cierra más la boca? Es obvio que es algo tan humano, que no puede ser imitado, además, el gusto de Megumi Hayashibara por ver un público que la admira y va a verla, es algo que ningún Vocaloid podrá imitar tampoco.
La experiencia en vivo
Eso ultimo me lleva a esta pregunta: ¿a qué va uno a un concierto? Por supuesto, lo que uno quiere es ver a su artista favorito cantar EN VIVO (si es que se puede decir ésto de un holograma), pero también, en mi caso personal, hay algo de morbo en querer saber si suenan igual en el disco que en vivo, cosa virtualmente imposible por lo que ya expuse anteriormente. Ello supone una dificultad: si es tan difícil que en vivo suenen igual que en disco, a menos que hagan playback, ¿cuál es el objeto de ir? Eso mismo; tener la experiencia de saber cómo se oyen en vivo, de darnos cuenta que son tan humanos como nosotros y que no son tan inalcanzables.
El saber que se les puede ir el aire, que se les puede olvidar la letra, que pueden desafinar, verlos llorar, sudar, hasta caerse del escenario y dar todo de sí, es una experiencia que, o bien puede ser decepcionante, o puede ser muy gratificante, pues uno sabe que no importa cuántos conciertos den, la interpretación siempre será diferente.
¿Se puede hacer esto con Vocaloid? Obviamente no.
Los únicos que podrían equivocarse son los músicos humanos tras ella, pero uno no va por ellos y, los que no tenemos la mínima educación en música ni nos vamos a dar cuenta si se equivocan o no. Pero Miku permanecerá igual todas las ocasiones. Hará lo mismo cada vez y seguirá siendo tan inalcanzable como cualquier otro ser bidimensional, a menos que de repente, en vez del holograma, aparezca la pantalla azul de la muerte.
Lo más vergonzoso que podría ocurrirle a Miku. |
No podrán esperarla en el hotel, fuera del foro donde dé su concierto o en el aeropuerto para pedirle un autógrafo, ni mucho menos les lanzará la toalla con la que se secó la frente.
¿Qué está la ilusión? Sí, lo está, pero no por ello va a ser humana. Claro, para la gran mayoría, Miku es tan inalcanzable como lo es Megan Fox (y sus oportunidades con cualquiera de ellas son las mismas), pero eso no quita que, quizá alguna vez puedan encontrarse con ésta última y pedirle su autógrafo, y que ésta, por muy mala que sea su actuación, no pase su tiempo aprendiéndose un libreto o repitiendo toma tras toma para que su actuación sea como el director quiere.
"Pixelada Perfecta", la vocaloid de Disney
Aceptémoslo, si le pasa algo así a Miku, no es tan fácil de solucionar, ni tan glamoroso como Disney quiere que creamos.
El poder de los aplausos
Los artistas, usualmente, buscan el apaluso, la ovación de su público y esa es su raison d'etré, por tanto se esfuerzan mucho porque cada interpretación, cada que pisan el escenario sea la mejor interpretación de todas, pero podría repetir hasta el infinito que es algo que una máquina no puede hacer; Miku no pasa horas ensayando su canción o preparándose para que sea una interpretación perfecta, sino que, básicamente, lo es por default. Y no importa quién esté en el escenario o cuán fuerte aplauda el público, ella no va a emocionarse, ni saltar de alegría, ni mucho menos va a sentir nada porque, bueno, es un personaje animado. Digo, ¿quién aplaude en el cine o a la televisión?Podrían decirme que los programadores de Miku están en el escenario y a ellos sí les aplaudiría por un trabajo tan impresionante, pero dudo que ellos pisen el escenario o que siquiera alguien piense en ellos, por el contrario, casi permanecen anónimos, detrás de bastidores y no creo que entre canción y canción aparezcan a agradecer, o que los asistentes al concierto les aplaudan si lo hicieran.
Haciendo un símil, sería como aplaudirle a los ignorados maquillistas, peinadores y vestuaristas tras el escenario. ¿A poco les aplauden a ellos?
¿Y los músicos de atrás? No importa lo que digan, estoy segura que no hay alma alguna que les haga caso cuando asiste a un concierto de Vocaloid. No digo que no sean importantes, sino que simplemente no son la "estrella" por la que pagaron el boleto.
Tal vez, mi opinión cambiaría si detrás de ese holograma Saki Fujita, seiyuu de Miku, cantara en vivo, tal como Gorilaz o Daft Punk han hecho, pero esto no es así. En realidad, Saki Fujita es tan invisible para algunos que la entrada de Wikipedia dedicada a ella sólo tiene un párrafo de texto y los personajes que ha realizado como actriz de voz (eso en inglés, en español no hay nada sobre ella y en japonés sí está su biografía), mientras que la de su contraparte animada se extiende a un par de cuartillas, cuando menos, además de estar traducida a varios idiomas más (incluyendo el castellano).
Claro, la voz chillona de la seiyuu es un asunto que no puede resolverse y seguiría siendo un obstáculo para que Miku me agradara, no obstante, la seiyuu se sigue escuchando mejor que la ardilla de cabello azul robotizada.
Saki Fujita - Crystal Quartz
De nuevo, el factor humano
Sí, hago mucho incapié en ésto, pues es, sin temor a dudas, la principal razón por la que jamás pisaría un concierto de Hatsune Miku en mi vida, aún si dependiera de ello.
¿Por qué? Porque, como ya lo mencioné, un holograma, computadora o software, por muy "humano" que parezca, nunca podrá igualársele a un ser humano de verdad, a menos que lleguemos a extremos como en la ciencia ficción, pero ese asunto es para Isaac Asimov y semejantes, por lo que no volveré a tocar el tema de momento.
La verdad es que, para nuestra realidad actual, Miku es sólo un software, y aunque sólo sea una apreciación mía, no hay razón alguna para idolatrarla de dicha manera. Ya bastante degradada y en decadencia se encuentra la industria musical como para que, además de todo, comencemos a reemplazar a los verdaderos artistas con divas virtuales.
Aunque, en este mundo donde una talentosa chica debe ataviarse a sí misma con carne y usar autotune para comenzar a ganar dinero por su música, y donde las relaciones humanas se están disipando, a tal grado que algunos prefieren contraer matrimonio con una consola o una almohada con su personaje ficticio favorito, no me extraña que este sea el siguiente paso...
Pero, nuevamente, es sólo mi subjetividad galopando sin ninguna rienda, ¿o no?
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