Antes que nada, les aviso que no pondré spoilers ni nada de eso.
Ayer y sin planearlo con anterioridad, Kuro y yo entramos al cine a ver “Avatar” que, para serles sincera yo esperaba con ansias y cuando se presentó la oportunidad no dudamos ni un instante.
Les diré que yo tenía altas expectativas respecto a la película, a pesar de leer muchos comentarios de gente un tanto pesimista que no sentía muchas ganas de verla, y cuando salí de la sala las había superado todas… y más, mucho más.
¿Por dónde comenzar a hablar de este épico filme? Hay tantas cosas que se pueden comentar pero les arruinaría partes de la historia a aquellos que no la han visto, y los que han tenido la fortuna de verla sabrán de qué les hablo.
James Cameron, director cuyo uno de sus trabajos más conocidos es Titanic, tardó 14 años para poder llevar a cabo su ambicioso proyecto ya que, en aquellos años, no había la tecnología suficiente para poder realizarlo. Incluso tuvo que pedir que crearan una cámara que no existía, ¿qué hace? Básicamente dicha cámara le permitió observar directamente en un monitor cómo el actor virtual interactúa con el mundo digital… en tiempo real, para dirigir y ajustar las escenas como si fuese un live action (una escena con actores y locaciones reales).
Para que se apreciara el enorme trabajo, se tuvo que implementar pantallas de cine en 3D sin necesidad de esos lentes de dos colores. Leí en un blog que James Cameron, por ahí del 2005, fue personalmente a tratar de convencer a los cines para que instalaran proyectores capaces reproducir tales filmes.
Ya que hablamos de las cuestiones técnicas con un poco de historia detrás, ahora mis impresiones.
Estaba tan maravillada viendo la película que no me daba cuenta que tenía la boca abierta, no quité mis ojos de la pantalla ni para descansar la vista ¿por qué habría de hacerlo? Ver ese mágico mundo de Pandora con sus colores, su fauna y flora (hey, hasta tuvieron que crear la Pandorapedia) es toda una experiencia. ¿Y qué hay de los Na’vi? Si vieron los trailers de cine en internet o en la televisión (que por cierto, no le hace justicia al filme en absoluto), seguramente pensaron “uh… ¡qué cosas tan raras son esas!” pero al tenerlos en pantalla de cine, en todo su esplendor sólo pude decir “qué hermosos son”.
La película está hecha y presentada de forma impecable, sientes que estás ahí mismo paseando entre los bosques, volando sobre un ikran entre montañas y cascadas; se siente tan real que hasta se me enchinaba la piel, reí (porque tiene sus partes divertidas), derramé una que otra lágrima y, más que nada, me maravillaba con cada escena que pasaba; no quieres ni leer los subtítulos para no perder nada de lo que sucedía en ese fantástico mundo.
La película tarda casi 3 horas, pero no me quejé porque no es tediosa ni cansa (¡al menos yo no quería que terminara!) sino que, para mi fue el tiempo justo para que la historia se cocinara para quedar en su punto adecuado de cocción. Les recomiendo que no tomen refresco antes de que empiece y que mejor lo hagan cuando ya esté empezando la película… si es que pueden, porque si les dan ganas de ir al baño ¡no van a querer ir!
¿Que si recomiendo Avatar? Pueden apostar que sí, y mejor que la vean en 3D (si tienen la oportunidad, claro). Y para aquellas personas que dicen “no me inspira ganas de verla” les diré que los entiendo, porque me ha pasado con otras películas, cada quien tiene sus gustos y criterio; pero con ésta película hago una excepción y les digo “si pueden, vayan porque no se van a arrepentir”.
¿La veremos otra vez? Por supuesto que sí. El cine no tenía pantallas en 3D, por lo que tuvimos que entrar a una sala convencional pero sí bastante grande. No puedo esperar para verla como es debido y así poder comparar pero les digo, si en una sala de cine normal la película me hizo sentir todo lo que les dije, imagínense en 3D. Tal vez escriba sobre la película de nuevo, nunca se sabe.
Respuestas a "Película: Avatar, mis impresiones"